Muy buenas amigos, os voy a dejar mi ultimo viaje.
Esta vez nos fuimos al Sudeste Asiático. Conoceremos la asombrante cultura budista en Bangkok y las exóticas playas del sur en Railay y Phi Phi en Tailandia.
También conoceremos la imperiosa ciudad de Kuala Lumpur en Malasia, con una visita a un lugar mágico, Batu Caves.
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Salimos del Aeropuerto de Bilbao hacia Bangkok, con una escala en Amsterdam de por medio.
Bilbao – Amsterdam 2 horitas, mas 3-4 horas de escala y finalizamos con casi 11 horas hasta que llegamos por fin a Tailandia, a la ciudad de Bangkok.
Eran las 9h aproximadamente cuando llegamos al aeropuerto, nos dirigimos rápidamente camino al hotel, y al llegar a Bangkok lo primero que notamos fue el choque de la gran humedad que había, y sobre todo su trafico, sus puestos de comida callejeros, sus olores, etc..
Este día estábamos cansados, así que dedicamos un rato a conocer el famoso parque Lumpini y descansar en la magnífica piscina que tenia la azotea del hotel.
Estábamos tan cansados que nos quedamos dormidos en las hamacas.. jeje. Así que cenamos algo rápido al lado del hotel y a dormir que el día siguiente era duro.. El hotel era el Furama Silom. (Puedes reservar desde aquí)
Nos levantamos al día siguiente con ganas de conocer Bangkok y la cultura Asiática.
Desayunamos y nos dirigimos en metro al embarcadero mas cercano a nuestro hotel. Cogimos una especie de barco bus, y tomamos rumbo hacia el Gran Palacio Real.
Por el camino vimos el templo Wat Arun. Uno de los iconos de Bangkok. Una pena que estaba con andamios, así que descartamos visitarlo.
Llegamos al Gran Palacio Real. Se debe entrar con pantalones largos y sin camisetas de tirantes. Yo llevaba unos pantalones cortos y no me dejaron pasar.
Existe la opción de dejar un deposito y coger ropa que tienen en el palacio, y en el momento de dejarla te devuelven el deposito, pero mas que ropa parecían disfraces, así que opte por comprar un pantalón en tiendas cercanas que parecía algo mas decente jejeje
Entramos al palacio y nos quedamos maravillados con la arquitectura de los edificios. Impresionante los edificios orientales, el colorido y sus techos eran preciosos. Entramos al templo del buda esmeralda. Es el templo budista y el buda mas sagrado de Bangkok. Esta prohibido hacer fotos en su interior.
A continuación, y sufriendo un poquito por el inmenso calor y humedad que teníamos, nos dirigimos al templo Wat Pho, conocido por tener el buda reclinado mas grande de Tailandia.
Cuando acabamos, tomamos nuestro primer tuk tuk, y fuimos a ver el Wat Saket o golden mountain.
Un templo elevado en lo alto de una colina. Lleno de campanas y gongs.
Hay que subir muchos escalones para llegar arriba, pero tiene unas vistas buenas de la ciudad.
Era la hora de comer, y volvimos a coger un tuk tuk para llegar a la calle Kao San road, famosa por ser una calle mochilera y muy turística. Comimos allí y nos fuimos a descansar al hotel.
Este día cenamos en el hotel y después fuimos a tomar una copa a la terraza sirocco situada en el hotel Lebua. Uno de los hoteles mas prestigiosos de Bangkok.
La terraza tiene una de las mejores vistas de la ciudad, y es impresionante el nivel de lujo y servicio que te dan.
El ultimo día en Bangkok, lo reservaríamos para conocer la antigua ciudad de Ayutthaya.
He practicado artes marciales y me he criado viendo películas que se han rodado allí como Mortal Kombat, Kikckboxer… Así que estaba impaciente por conocerla…
Este día me lo pase genial, fue una autentica aventura… Cogimos un tren en tercera clase por cincuenta céntimos en la estación de Bangkok, y salimos rumbo hacia Ayutthaya.
Llegamos al destino, y allí negociamos con un Tuk Tuk para hacer un recorrido de unas 3-4 horas aproximadamente por los templos mas importantes…
Wat Yai Chai Mongkhon
Wat Maha That
Wat Phra Mongkhon Bophit
Wat Phra Sri Sanphet
Wat Lokaya Sutha
Wat Chaiwatthanaram
Una vez vistos todos estos templos y ruinas, pedimos al Tukutero que nos dejara en un restaurante cercano a la estación, para comer y volvernos a Bangkok.
Aprovechamos la ultima noche para estar un ratito en la piscina y a dormir…
Al día siguiente, cogíamos un vuelo y cambiábamos de ciudad y de País. Tomábamos rumbo hacia Kuala Lumpur, en Malasia.
Llegamos al Aeropuerto, y gracias a la conexión en tren que hay hasta la ciudad, se nos hizo muy cómodo el camino hasta nuestro hotel. Esta vez habíamos elegido un apartamento en una especie de apartahotel, principalmente lo habíamos elegido por las vistas que tiene desde la piscina a la ciudad, que como podréis comprobar si seguís leyendo, soy una autentica pasada.
Llegamos e hicimos el check in, destaco esto, porque amablemente y con una sonrisa y gran entusiasmo, la recepcionista nos dijo que nos daba una habitación con vistas a la ciudad. Yo en ese momento no le preste mucho caso, pero fue entrar a la habitación y quedarnos maravillados con la vista que teníamos desde nuestra habitación. Y es que fue entrar, y quedarnos con la boca abierta al ver en los grandes ventanales la joya de la ciudad, las Torres Petronas.
Dimos una vuelta por la cercanía, cenamos y sacamos las fotos reglamentarias desde la piscina y como no, lo anteriormente contado desde la habitación.
Amanecíamos la mañana siguiente con muchas ganas de conocer el Templo de peregrinación Hindu mas importante fuera de la India, Batu Caves, en la localidad de Gombak.
Es muy fácil acceder desde la ciudad de Kuala Lumpur, ya que se puede llegar en metro.
Era uno de los sitios que teníamos mas entusiasmo de ver, ya que las imágenes que habíamos visto tanto en tv como en internet eran asombrosas.
No decepcionó. Al llegar, encuentras una pequeña plaza, y al alzar la vista hacia delante, se ve una estatua enorme dorada, y una gran montaña por la cual suben unas enormes escaleras…
Al subir, a Isa no le dejaron entrar con pantalones cortos, pero veníamos precavidos y teníamos unos pantalones largos en las mochilas…
Empezamos a subir los escalones, por los cual íbamos viendo numerosos monos que estaban al acecho de comida, y varias personas hindus haciendo ofrendas y peregrinación.
Al llegar arriba te encuentras con con una gran cueva, numerosas estatuas y figuras hindus, y en mitad de la cueva un templo, al que había varias personas rezando y haciendo ofrendas a una estatua, la que supongo seria un dios Hindu.
Estuvimos un ratito por allí explorando la zona, pero no mucho mas que añadir. Así que nos volvimos al metro con destino Kuala Lumpur.
Este día hacia buena tarde, así que directos a la piscina que nos había puesto los dientes largos el día anterior. Fueron unas vistas increíbles, unos momentos irrepetibles… Tuve una sensación de “estar en lo alto del mundo” que no lo había tenido nunca, también ayudaron algún cocktail que otro jaja pero creo que las fotos lo dicen todo…..
Un nuevo día comenzaba, y hoy nos disponíamos a conocer la ciudad de Kuala Lumpur, y como no, sus edificios emblema, su símbolo, las Torres Petronas. La mayoría de la gente no “conoce” o asocia Kuala Lumpur, hasta que ven una imagen de las torres.
Actualmente son las torres gemelas mas altas del mundo.
Como datos a destacar:
-32 mil ventanas que recubren la fachada de todo el complejo.
-78 ascensores (39 por torre).
-88 pisos, con un pasadizo elevado en los pisos 41 y 42.
-258 columnas repartidas por todo el complejo.
-183 baños repartidos por los dos edificios.
Como anécdota o desgracia: Cientos de personas fueron evacuados el 12 de septiembre de 2001 después de una amenaza de bomba que fue telefoneada el día siguiente de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que destruyeron las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York
Al llegar, lo primero nos dirigimos a coger las entradas, nos dieron la entrada para una hora después, así que nos fuimos a dar una vuelta por el centro comercial enorme que se encuentra en una de las torres y como no, sacar unas bonitas fotos.
Al llegar nuestra hora, nos dirigimos al hall por donde se accede a la entrada para la visita y subir a las torres. Había unas replicas de formula 1, ya que Petronas, es el actual patrocinador de Mercedes en la Formula 1.
A continuación pasamos a una sala de espera, donde iríamos por grupos de unas 20 personas.
Subimos en el ascensor, y primero paramos en el puente de observación que une las dos torres.
Una vez aquí, hay una pequeña charla explicándote un poco la arquitectura de las torres y el puente y dejan sacar alguna foto. He de decir que desde el puente las vistas no son muy espectaculares ya que no esta a una altura excesivamente considerable.
La siguiente parada es en el mirador que se encuentra en el piso 86. Una sala donde hay una maqueta de las torres y ventanales donde poder observar parte de la ciudad y la otra torre.
En esta sala la verdad que ya te sientes en el cielo al mirar hacia bajo, pero tengo que decir, que después de que haya subido en el Burj Khalifa, Empire State, etc. Realmente las vistas no me impactaron, como mucho destacar poder ver lo alto de la otra torre.
Cuando bajamos, comimos en el centro comercial y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad. La ciudad en si, no es gran cosa, en una mañana casi se ve. A destacar la torre Menara, el barro indio, chinatown, y bukit bintag que es una zona de centros comerciales mercadillos con vida nocturna.
Y nada, mañana regresaríamos a Tailandia para ir a uno de los sitios con mas encanto de los que haya estado. Una de las mejores playas que he visto. Nos íbamos a buscar nuestro pequeño paraíso en Railay, una pequeña península próxima a la ciudad de Krabi donde solo es posible acceder en bote.
Por fin… después de llegar al aeropuerto de Krabi, coger un vans y un pequeño bote, ya estábamos en Railay!!!!
Era prontito por la mañana, así que nos acomodamos rápidamente en el hotel. Este hotel esperábamos que no nos fallara, ya que era el que mas ganas e ilusión teníamos de estar. Era un pequeño resort a pie de playa con una piscina y vistas espectaculares. La verdad no decepcionó. El hotel era el Railay Bay Resort & SPA. (Puedes reservar desde aquí)
Nos pusimos los bañadores, y apenas tuvimos que recorrer unos metros para ver la preciosa piscina, y una espectacular playas. Ya nos dábamos cuenta que era un sitio super tranquilo, muy poquita gente y nos dimos cuenta de que no nos habíamos equivocado de lugar.
Este primer día lo tuvimos de autentico relax, aprovechando de piscina y playa, algún que otro cocktail, reservar alguna excursión para los días próximos y ver una de las mejores puestas de sol que he visto.
Esa noche, cenamos y tomamos una copa en un restaurante donde tienen un ring y una noche o dos a la semana suelen organizar algún combate de Muay Thai.
Los rayos de sol nos despiertan un nuevo día. Hoy conoceríamos un sitio emblemático en Tailandia. Las islas Phi Phi. El dia anterior habíamos reservado esta excursión en una agencia local.
Desayunamos y seguidamente aparecía nuestro bote en la playa. Eramos unas 15 personas, venia lleno de Ao nang, así que según subimos salimos rumbo a Phi-Phi.
La primera parada fue Bamboo Island. Paramos para darnos un pequeño baño. Esta playa me decepcionó un poquito, había demasiada basura tirada por la isla… Encontramos un sitio bonito y apartado donde estuvimos prácticamente solos y aprovechamos a darnos un buen baño hasta la hora de partir.
Subimos de nuevo al bote, y pasamos por Viking Cave, una cueva donde hay antiguas pinturas en su interior. Actualmente recolectan nidos de golondrinas para elaborar sopas características de la zona.
Bonita imagen, pero nada mas que destacar.
Seguimos navegando hasta un sitio realmente precioso, Pileh Lagoon. No había oído hablar mucho de este sitio ni tenias muchas referencias, pero tengo que decir que me pareció bellísimo el sitio.
Es una laguna, por la que se accede por una abertura, donde a los lados hay dos enormes acantilados. La entrada fue espectacular, el agua turquesa se iba transformando en verde según iba reflejando el sol la vegetación de alrededor. Es uno de los momentos que mas quise grabar en mi retina.
Aqui tuvimos tiempo un rato para hacer snorquel y observar esa maravilla desde dentro.
La siguiente para es posiblemente la playa mas famosa de toda Tailandia. Maya Bay, conocida por el lugar de rodaje de la película “La playa” de Leonardo Di Caprio.
Sinceramente es un lugar precioso, pero puede que tus expectativas se vengan un poco abajo debido a que hay bastantes turistas. Esto es mas aconsejable hacer una noche en Phi Phi y venir prontito a visitarla.
Estuvimos sobre 20, 30 minutos para sacar las típicas fotos y darnos un bañito.
Llego la hora de comer y fuimos a Ko Phi Phi Don, la isla mas grande y la única habitable de Phi Phi. Paramos en Ton Sai Bay, y comimos en un buffet que habia preparado. Después de comer apenas tuvimos tiempo de comer un heladito y dar un paseo por la bahía.
Y para finalizar, antes de regresar a nuestro hotel en Railay, paramos en Monkey Beach. Una pequeña playita que es conocida por la cantidad de monos que habitan en ella.
Aquí tuvimos bastante tiempo para ir nadando hasta la paya o hacer snorkel. El guía nos comento que había que tener cuidado con los monos, ya que a veces eran un poco agresivos. Y si que fueron agresivos, a un chico que venia en nuestro grupo un mono le mordió en el brazo, y le hizo bastante herida, imagino que tendría que vacunarse luego de la rabia, porque no quiero imaginar lo que puede pegarte un mono de esos en libertad jajaja.
Yo por suerte preferí quedarme haciendo snorkel, aunque también tuvimos un pequeño accidente, ya que una especie de medusa le pico a mi Isa en el hombro, pero al final fue mas el susto que otra cosa. Un poquito rojo la zona pero poco mas. Hasta ese momento disfrutamos viendo pececillos de colores jejeje.
Terminamos la visita, así que tomamos rumbo Railay de nuevo. Relax y ver la puesta de sol desde la piscina, cenar y dormir.
La mañana siguiente amanecimos nuevamente con un día magnifico, soleado y despejado. Decidimos contratar una barquita de estas típicas tailandesas de madera, para hacer la excursión de las islas de Railay por nuestra cuenta y en privado. Se previa una buena mañana, aunque luego no lo seria tanto jaja
Negociamos con el barquero y salimos desde la playa con dirección Poda Island. Excepto por el gran sonido del motor de las barquitas el camino fue muy bonito, admirando el paisaje.
Llegamos a Poda Island, y al ir en la barquita, huimos de la zona turística con botes y nos fuimos a una pequeña playita apartada solitaria, donde solo había otra barca con una familia. Este cacho de playa me gusto mucho, estuvimos bastante rato de relax tomando el sol y bañándonos..
Pero, como había dicho unas lineas arriba…. Se fastidió la mañana jeje. Y es que de repente llego una tormenta terrible, con las fotos no se aprecia lo que realmente era. Estuvimos un largo rato metidos en las barcas ya que era peligroso salir por el oleaje.
Hubo una pequeña tregua, y nuestro barquero decidió salir hasta otra isla próxima, pero justo llegando la tormenta siguió creciendo y el oleaje se puso bastante mal. Somos bastante echados para alante en estas cosas, nos asustamos un poquito, así que hablando con el barquero decidimos regresar a Railay.
Una pena que acabáramos así la mañana, pero por suerte en Railay no había, ni estaba lloviendo.
Así que comimos, y después fuimos a tomar algo en un bar que habíamos ojeado días antes, en plan chill out y el cual tenia unas vistas preciosas. Allí echamos la tarde..
Para el penúltimo día allí, teníamos planificado subir al mirador de Railay, e ir a Phra Nang Beach, una playita muy bonita próxima a Railay Beach.
Empezamos la mañana por subir al mirador. Habíamos leído que para subir al mirador el camino era un poco complicado, que había que escalar un poquito. También de camino al mirador, hay un lago debajo de toda la vegetación que es precioso, agua cristalina en la cual se reflejan los rayos del sol pero si dicen que al mirador es complicado, a este decían que era prácticamente imposible.
Y si, nada mas llegar al punto de ascensión al mirador, nos quedamos un tanto extraño, ya que nos imaginábamos el camino diferente, y es que delante nuestro, teníamos una pared rocosa, de la cual colgaban varias cuerdas… Pues nada, después de pensarlo un poquito, empezamos a subir para arriba con mucho cuidado. Por el camino nos íbamos cruzando con mas valientes que se habían animado a subir…
Después de subir un rato bastante largo, ir descansando por el camino e ir echándonos unas risas con quien nos íbamos encontrando debido a la dificultad del camino, llegamos al mirador.
Todo ese camino mereció la pena, Unas vistas increíbles, en persona ganan muchísimo mas…
Regresamos, pero antes de bajar, encontramos una bifurcación donde señalaba el lago del que os había hablado antes. Hablamos con varias personas que venían llenos de barro y nos decían que era muy muy difícil. La curiosidad me pudo y avanzamos un poco. El tema se puso mas complicado y había mucho barro. Isa ya no quiso avanzar, así que le dije que me esperara un poco que iba a acercarme un poquito mas.
Avance solo sobre unos 10 minutos, y llegue a un sitio donde había un grupo de personas, se podía observar ya el lago, pero había que bajar dos paredes literalmente verticales con la ayuda de una cuerda. El grupo iba bajando muy poco a poco ayudándose los unos de otros, sinceramente hubiera podido bajar, pero al estar mi pareja esperándome arriba y ver que iba para largo que bajáramos todos la pared, y luego subir, decidí subirme para arriba con otros chicos que decidieron lo mismo que yo.
Aquí en la foto no se aprecia bien, pero la claridad del fondo es el lago.
Volvimos al hotel bajando de nuevo con mucho cuidado, nos pegamos una buena ducha para limpiarnos bien y nos fuimos a comer.
A la tarde, alquilamos un kayak, y remamos hasta una playita cercana, Phra Nang Beach. Esta playa es preciosa, para mi no tiene el encanto que tiene Railay Beach, pero como playa para bañarse, tomar el sol, etc, muy muy buena.
Dimos un paseo, y nos dirijimos a Phra Nang Cave, una pequeña cueva donde se encuentra una especie de santuario llena de falos de madera. Se dice que es un santuario a la fertilidad, que si las mujeres tocan los falos, se quedan premiadas. y funciona!!! jajajaj, al mes siguiente nos quedamos embrazados de Eizan. La leyenda antigua dice que eran ofrendas de los pescadores. De todas maneras es realmente curioso jajjaja
En la cueva subiendo unas cuantas rocas, encontramos este maravilloso mirador con unas espectaculares vistas de la playa.
Empezaba a anochecer, así que cogimos al kayak, y de vuelta a Railay volvimos a apreciar la puesta de sol. Después cenaríamos y a dormir, nos quedaba nuestro ultimo día de vacaciones.
Y por desgracia, llegamos a nuestro ultimo día, y básicamente finalizamos las vacaciones de relax admirando como he dicho anteriormente nuestro pequeño paraíso: Railay Beach.