Volamos a Milán. La capital Italiana, conocida como la ciudad de la moda.
Esta elegante ciudad, alberga una de las catedrales más famosas del continente Europeo: el Duomo Di Milano. Además, nos sirve como punto de partida para descubrir el Lago de Como. Un exclusivo destino turístico, famoso por su espectacular paisaje alpino.
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Milan es una ciudad Europea muy atractiva y cerca de España. Siempre habíamos querido conocerla.
Salimos desde el aeropuerto de Vitoria con la aerolínea Ryanair. Tras un vuelo cortito en el que no te da tiempo ni a enterarte, aterrizamos en el aeropuerto de Bérgamo.
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Para llegar a Milán, optamos por el autobús. A nuestra forma de ver, la manera más cómoda, ya que nada más salir del aeropuerto se encuentran los autobuses donde puedes adquirir el ticket al mismo chofer. En aproximadamente 1h estábamos en la Estación Central de Milán.
Después de coger el metro, llegamos a nuestro hotel: CONCORDIA HOTEL.(Puedes reservar desde aquí). Se trata de un hotel de 4 estrellas. Se encuentra en la zona de negocios de Sesto San Giovanni, a 5 minutos a pie de la estación de metro de Sesto Marelli. El centro de Milán se encuentra a 15 minutos en metro.
Llegamos atardeciendo, así que cenamos pronto por los alrededores, y nos fuimos a la cama a recargar pilas para el día siguiente.
Despertamos sin prisa, con los cuerpos bien descansados y bajamos a desayunar listos para conocer la ciudad.
Nuestra primera parada fue el Duomo de Milán. No tenemos palabras para describir esta catedral de estilo gótico. Esta belleza es el mayor reclamo turístico de la ciudad. Una de las iglesias de culto católico más grandes del mundo, tiene 157 metros de largo pudiendo albergar hasta 40,000 personas en su interior.
Después de estar un rato contemplándola y haciendo las pertinentes fotos, entramos a su interior.
Una cosa que no conocíamos y que nos sorprendió gratamente, es que se puede subir a lo alto de la catedral y recorrer sus terrazas panorámicas. Se puede subir por escaleras o por su ascensor, este último un poco más caro.
Parece que estas en su techo literalmente.
Al bajar pasamos por la Galería Vittorio Emanuele II, el centro comercial más famoso de Milán situado en la plaza del Duomo
La galería posee el nombre de uno de los reyes más importantes de la unificación italiana; Lleva su nombre como una forma de recordar el fin de una época triste y el comienzo de la monarquía y el auge de la cultura italiana.
Llegamos al Castillo Sforzesco después de un plácido paseo. Esta fortaleza sirvió de residencia para las clases más altas de Milan hasta que fue gravemente dañada en la segunda guerra mundial. Actualmente el castillo es un museo de arte, y posee una plaza preciosa donde pasear y evadirse un rato del ajetreo de la ciudad.
Lo atravesamos entrando por sus grandes puertas, ya que nuestro objetivo era el Parque Sempione.
El Parque Sempione es un enorme espacio de zonas verdes donde disfrutar del aire fresco Milanés. Es popular por ser un lugar muy agradable y cómodo donde relajarse y tumbarse en plena naturaleza.
Debemos destacar justo al final del parque el Arco de la Paz. Un sorprendente arco, muy parecido al Arco del Triunfo de París.
Hemos comentando anteriormente que era uno de nuestros objetivos, dado que es un lugar abierto donde Eizan correr y disfrutar, pero es que también tiene una zona de columpios y unas atracciones donde Eizan disfrutó muchísimo montándose en un circuito de coches.
Después de pasar un rato muy divertido, retomamos nuestra vuelta de camino al hotel, despidiéndonos una vez más del increíble Duomo y su bella plaza.
Seguimos con un nuevo día en la ciudad de la moda.
Por la mañana temprano, nos dirigimos a la estación de tren para tomar rumbo a Como. Íbamos a visitar el Bellagio, y el famoso Lago Di Como.
Tardamos en llegar aproximadamente 50 minutos y decidimos comer algo antes de caminar hacia el embarcadero donde salen los barcos recorriendo el lago.
Embarcamos, y debemos decir que el entorno nos dejó impresionados. Navegar por el lago fué una experiencia fantástica y a la vez muy bella.
Es increíble admirar los pueblos a orillas del lago, junto a ese entorno verde montañoso y paisaje alpino.
Llegamos hasta Bellagio, uno de los pueblos más bonitos y conocido como La Perla del Lago. Bellagio es famoso por su casco histórico empinado y callejuelas escalonadas.
Aquí paramos y estuvimos recorriendo el pueblo y observando un bonito atardecer.
Se nos hizo de noche y nos apresuramos a coger de nuevo el barco para llegar hasta el pueblo de Varenna, dado que desde ahí salían los trenes directos hasta Milán.
Coger el barco y navegar el lago completamente de noche también fue una experiencia única.
Al llegar a Varenna apenas visitamos el pueblo, ya que como hemos dicho estaba todo de noche e íbamos justitos de tiempo para coger el tren.
La estación está al lado del pueblo y en apenas unos minutos andando desde donde nos dejó el barco llegamos a la estación, donde cogimos el tren que nos llevó directos a Milán.
Ha sido un día muy intenso, pero navegar por el Lago Di Como ha sido una sensación que nunca olvidaremos.
Y nuevamente cerramos una nueva aventura. Una pequeña escapada, que nos ha descubierto una de las catedrales más espectaculares de Europa y el entorno del Lago Di Como, que nos dejó impresionados al navegar a través de él.